MISIONES DOMINICANAS EN HAITI: Una obra de gran base documental

POR RUBEN SILIE VALDEZ El estudio de Pastor VÁSQUEZ permite comprender los fuertes vínculos entre la historia de los dos países que el enfoque tradicional, tanto haitiano como dominicano nunca se interesó en mostrar. Aquí se advierte no solamente la familiaridad entre los pueblos y los líderes de la época, sino que permite entender que muchos hechos políticos dominicanos tuvieron que ver también con la realidad haitiana. O sea, que lejos de lo que podrían pensar muchos, el acto de separación independentista no implicó una desconexión mutua de los procesos políticos y sociales en sentido general. La obra adquiere gran objetividad dado que la postura del autor está libre de todo prejuicio en contra del pueblo haitiano. Se adentra en el estudio de las fuentes y se atiene a los hechos, sin pretender orientar interpretaciones interesadas. A todo lo largo del trabajo se evidencia al periodista, que se esfuerza en desarrollar la crónica de los hechos. No pretende ofrecer conclusiones definitivas. Su interés reside en que el lector tenga una cronología exacta, destacando la posición de los actores que intervinieron en aquellos eventos. Pastor hace gala de una gran erudición que le permite entrar en los pormenores de la historia haitiana con la misma facilidad que habla de la parte dominicana, algo a lo que todos los historiadores dominicanos deberían aspirar. Esto es algo fundamental, pues si bien ninguna de las dos sociedades es determinante sobre la otra, es indudable que ambas se influyen mutuamente. Otro aspecto que destaca la obra es la familiaridad entre haitianos y dominicanos, no solamente a nivel político que es patente, sino humana y socialmente. Esto es muy importante debido a que la ideología de la dictadura de Trujillo, presentaba las relaciones como si hubiésemos sido dos pueblo distantes, desconocidos y hasta indiferentes. En este libro podemos ver como los haitianos y los dominicanos nunca se obviaron. Todo lo contrario se evidencia una cotidianidad vivida intensamente entre ambas sociedades. Invitamos a la lectura de esta obra que no sólo nos permitirá saber quiénes fueron las personalidades que ocuparon los puestos de las distintas misiones diplomáticas, sino cuales eran las motivaciones de parte del gobierno dominicano para firmar acuerdos y tratados; además sobre la pertinencia de enviar a unos u otros funcionarios, en función de la circunstancia política del momento. Sin lugar a dudas que la base documental de esta obra la convierte en una fuente obligada de consulta, tanto para entender las historias de los pueblos como para tocar el asunto particular de las representaciones diplomáticas.