FRANCISCO ORTEGA: UN VERDADERO DOCTRINARIO


POR PASTOR VASQUEZ
ceyba@hotmail.com

Gracias a mi diligente esposa Rosanna, ha llegado a mis manos la última obra de Francisco Ortega Polanco, este brillante intelectual que hoy galopa en la ruta de los más exquisitos doctrinarios de la historia insular.
“Diccionario Jurídico 9-11 es una guía para entender el leguaje de la justicia dominicana, para penetrar en el complicado mundo de la ciencia del derecho.
Estamos en presencia del primer diccionario jurídico dominicano, pues estábamos acostumbrados a servirnos de vocabularios jurídicos internacionales que antes de llegar a nosotros pasaban por dudosas traducciones.
¿Quien más autorizado para organizar la terminología usada en el diario vivir de la legislación, la jurisprudencia y la doctrina del derecho dominicano, sino el Magistrado Ortega Polanco? ¿No nos había aportado ya la brillante obra “Código Procesal Penal por un Juez en Ejercicio?
Pese a su juventud, nacido en octubre de 1969 en el Paraje Los Caños, Jamao Arriba, Provincia Hermanas Mirabal, Ortega Polanco ha ido avanzando en estos trillos espinosos de la existencia hasta colocarse en el camino de la atalaya del éxito, tanto como escritor, con cuatro obras publicadas, como en su vida profesional, en la que ya ocupa “le siege” de Juez de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, antes Corte de Santo Domingo.
En el “Diccionario Jurídico 9-11”, no sólo encontramos la fuente para cubrir nuestras dudas sobre el nuevo sistema de procedimiento penal dominicano, sino que allí tenemos el arma adecuada para enfrentarnos a todas las nebulosas que surgen el ámbito del derecho.
El magistrado Francisco Ortega Polanco es un doctrinario que, cual maestro de las escuelas clásicas, guía al discípulo, con palabras sencillas, hacia los fundamentos elementales del derecho.
Licenciado en Derecho Cum Laude, Por la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña, educador, periodista de larga data, miembro del Colegio Dominicano de Periodistas, Ortega Polanco ha interpretado el sentir de las grandes masas, de ese gentío descalzo, como lo identificaba el ilustre cubano José Martí.
Y es que en materia de derechos humanos el “Diccionario Jurídico 911” juega un rol importante para que el hombre humilde de pueblo encuentre la orientación necesaria frente a cualquier atentado contra las facultades constitucionales que otorga nuestra carta magna a todo ciudadano, como hijo de la República.
De la A hasta V el ciudadano podrá las definiciones sobre cualquier situación jurídica en la que se encuentre en un momento determinado.
También, el “Diccionario Jurídico 9-11” trae todas las explicaciones de las terminologías legales previstas en el Código Penal Dominicano y demás leyes complementarias.
En cuanto al nuevo sistema de procedimiento penal, el diccionario es una guía completa, pues da explicaciones de los términos que a diario escuchamos en los medios de comunicación y que dejan en babilonia a las grandes masas.
Por ejemplo, la A trae todo lo concerniente a la Acción Civil, Acción Penal, Acción Penal Pública, Acción Penal Privada, Acta, Acta de Acuerdo Jurídico Abreviado, Acta de Arresto, Acta de Audiencia………Acto Jurídico, Acto Jurisdiccional, Actor Procesal. ….
Esta es una obra de consultas, pero además es una obra para nutrirse en los conocimientos del derecho dominicano.
Ya el Magistrado Ortega Polanco, en su obra “Código Procesal Penal por un Juez en Ejercicio”, (Tomo I y II), nos ha acostumbrado a relacionar la jurisprudencia con cada situación legal, con cada artículo del Código Procesal, con todas las estipulaciones de las convenciones internacionales.
Esta vez no podía variar su metodología, su estilo doctrinario.
Y he aquí cómo el “Diccionario Jurídico 9-11” adquiere una gran dimensión cuando el joven intelectual nos presenta esa tremenda guía jurisprudencial y doctrinaria al pie de los principales términos.

Primeros nos lleva a los artículos de los códigos que sustentan los vocablos jurídicos y luego nos da una muestra jurisprudencial, para más adelante enfrentarnos a los planteamientos doctrinarios nacionales e internacionales y, si es necesario, empujarnos hacia el denominado bloque constitucional, compuesto por la Constitución y los Tratados Internacionales, de los cuales República Dominicana ha sido signataria y que tienen ya fuerza de ley.

Con esta obra, el Magistrado Francisco Ortega se coronará como uno de los más refinados doctrinarios de la historia del derecho dominicano.